Para nosotros visitar las Alpujarras es siempre un motivo de alegría, de placer y disfrute, de desconexión a la vez de conectar con uno mismo mientras recorre cualquiera de sus rutas por la montaña o pasea por las empinadas calles de sus pueblos blancos.
En este caso, acompañados de unos buenos amigos, hicimos una ruta muy común, entrando por Órgiva y haciendo, con sus correspondientes paradas, por supuesto, la ruta por la carretera A-4132. Llegando hasta Trevélez donde nos esperaba, una vez más, nuestra parada obligatoria en el restaurante Casa Joaquín donde la amabilidad es su tarjeta de presentación, pero, por supuesto, su carta, el jamón y los buenos vinos son el denominador común en esta casa...
“Desde aquel punto y hora di cabida al temerario propósito de
descubrir y recorrer unos misteriosos cerros y valles, pueblo y
ríos, derrumbaderos y costas que, según vagas noticias,
quedaban allá atrás, como aprisionados, entre las excelsas
cumbres de Sierra Nevada y el imperio líquido del mar…”
Pedro Antonio de Alarcón
Fotografías de Maca, Fran, Paqui y un servidor.
Más Información: Alpujarra Experience
